¿Qué semillas llevan los sacos térmicos?
Son muchas la semillas que pueden utilizarse para rellenar los saquitos térmicos pero no todas ofrecen la misma respuesta.
La semilla es el componente principal del saco y el más importante, es el que transmite el calor o el frio y en nuestra opinión, debe cumplir ciertas características para que sea eficaz:
- Mantener el calor y el frio el tiempo necesario para un tratamiento eficaz
- Ser de cáscara dura para que no se rompa con los repetidos usos
- Que desprenda un olor agradable
- Que no pierda humedad
- Adaptable al cuerpo y cómoda
- Que no genere bichitos
Hemos realizado pruebas con muchas semillas y hemos trabajado con diferentes tipos.
Os detallamos nuestra experiencia:
Sacos rellenos de semillas de trigo:
El trigo es la semilla que normalmente se utiliza para confeccionar los sacos térmicos, Fue la semilla con la que comenzamos a trabajar ya que es fácil de encontrar en el mercado y es económica.
El trigo da un buen resultado con respecto al calor y el frio que admite, además el saco confeccionado con trigo es cómodo para utilizarlo en diferentes zonas del cuerpo ya que tiene un tamaño adecuado y se adapta bien al cuerpo.
Nosotras nos encontramos con algunos inconvenientes:
El trigo es una cereal de cáscara blanda, ideal para el consumo humano, pero en los sacos térmicos, la dilatación y contracción provocada al calentarlo en numerosas ocasiones resquebraja la cáscara de la semilla, cuando la cáscara se rompe pierde la humedad del interior y el cuerpo percibe esa humedad que se pierde, (el calor seco es más recomendable tanto para huesos como para músculos). además disminuye su poder calorífico.
Con los sacos de trigo es conveniente introducir un vaso de agua de vez en cuando junto con el saco al microondas para que recupere la humedad y su poder calorífico.
Por último el trigo tiene facilidad para generar bichitos en un entorno cálido y húmedo, si no se mantiene en las condiciones adecuadas
Trigo con avena y trigo con centeno
Después de trabajar solo con trigo probamos unas ligeras variaciones, mezclando el trigo con Avena y también con Centeno, con resultados similares al trigo.
Sacos rellenos de huesos de cereza
Los hueso de cereza tienen un comportamiento óptimo con el calor, el hueso de cereza es muy duro y no se rompe al exponerlo a altas temperatura por lo tanto no pierde humedad del interior y el calor que desprende es seco, sin embargo, el tamaño del hueso es bastante grande y lo hace incómodo y menos adaptable al cuerpo que una semilla pequeña, en cuánto al olor que desprende es bastante fuerte por lo que decidimos buscar otras semillas.
Sacos rellenos de Lino
El lino es una semilla muy pequeñita que hace que el saco se adapte muy bien al cuerpo y admite bien el calor y el frio, pero al igual que el trigo, el centeno y la avena su cáscara es blandita y se rompe tras los usos continuados y la exposición a altas temperaturas, cuando las semillas se resquebrajan pierden la humedad del interior y esa humedad la recibe el cuerpo, pierden poder calorífico y es conveniente rehidratarlas de vez en cuando metiendo un vasito de agua al microondas..
Además de estas semillas que os hemos indicado realizamos pruebas con otras variedades pero nos encontrábamos con el mismo problema, la falta de resistencia de la semilla a la exposición continua al calor y al frio.
Nuestro objetivo era encontrar una semilla que fuera de cáscara más dura que la de los
cereales para que resistiera mejor el calor y el frio sin que se rompiera ni perdiera humedad.
Buscábamos que el calor aportado al cuerpo fuera un calor totalmente seco ya que el calor seco es beneficioso en el tratamiento de músculos y huesos.
Nuestra búsqueda de la semilla perfecta nos llevó al mundo de las leguminosas…. pero no cualquier leguminosa… las leguminosas de consumo humano como las lentejas o los garbanzos tienen “cáscara” (piel) más dura que los cereales pero no lo suficientemente dura
Así que nos adentramos en el mundo de las leguminosas destinadas al consumo de ganado.
Nos acercábamos a “la semilla ideal”…
Semillas de Veza
las semillas de Veza son de la familia de las leguminosas, no son muy conocidas ya que se han utilizado mayormente para consumo de ganado.
Durante un tiempo utilizamos las semillas de Veza, son de piel muy dura, mucho más dura que las lentejas. No se rompen y aportan calor seco, tan solo les encontramos un pequeño inconveniente, el olor que desprenden es un poco más fuerte del que deseábamos. Y por fin, encontramos nuestra semilla….
Semillas de Yero.
El yero se utiliza para el consumo de ganado, es de pequeño tamaño, muy similar a la lenteja, su característica principal para nuestro objetivo, es su dureza, es tan dura como una pequeña “piedrita” y eso la hace muy resistente frente al calor y al frio al que exponemos a la semilla.
La piel del yero no se rompe, al no romperse no pierde la humedad del interior y garantiza que el calor que aporta al cuerpo es calor seco, no es necesario meter un vasito de agua para rehidratar la semilla y mantiene muy bien el calor y el frio, esto la hace perfecta para un tratamiento eficaz.
Tiene un tamaño que se adapta perfectamente a cualquier zona del cuerpo y el olor que desprende es agradable. La semilla está tratada y no genera bichitos Compramos la semilla a agricultores locales, garantizando el comercio justo y sostenible.
Finalmente, tras un meticuloso estudio, encontramos nuestra semilla ideal, la que cumple, en nuestra opinión, con todas las características necesarias para confeccionar productos térmicos eficaces y de gran calidad.
Mezclamos la semilla con flor de Lavanda 100% Ecológica, que aporta a los saquitos un delicado aroma, utilizamos lavanda por sus impresionantes propiedades terapéuticas.
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